De siempre me gustaron las manualidades
y/o labores, de hecho he tocado "muchos palos", hace años me dió por
decorar cajitas de madera y toda mi familia tenía su cajita, je, je, en mi
trabajo decoré el lapicero, la cajita de los clicks, etc..., y luego cuando
después de 28 años de trabajo me dieron "la patada" mis compañeros se
rifaban mi cajita de cliks y mi lapicero, je, je...
También tuve mi momento "punto de
cruz", hasta el escudo del Barça le hice a mi hijo Javi, y también cuadros
de pajaritos, flores, paisajes, etc… en fin una pinacoteca considerable pero
que cuando nos mudamos de casa me dijo mi marido “no se cuelga ni un cuadrito
de los tuyos”, pero vamos mis loritos lucen en la cocina magníficamente, y el
resto de los cuadros descansan en algún lugar del trastero esperando su momento
de volver.
Paralelamente a esto siempre había hecho
punto, con más o menos fortuna, porque siempre he sido autodidacta y aprendía
fijándome, con mucho tesón y equivocándome muuuuchas veces, pero aprendía.
Bueno, y entre medias de
todas estas cosas, algo de macramé, figuritas de escayola (hasta hice un Belén
más o menos digno), crochet, y de todo un poco.
Siempre he tenido poco
tiempo ya que trabajaba en una Bodega y tengo tres hijos de edades muy dispares
con lo cual siempre tenía un crío pegado a la falda, cuando uno se empezaba a
emancipar llegaba el siguiente, pero bueno mis hijos me han dado tantas
satisfacciones…..
Y llega el momento en
que, como decía al principio, me “largan del trabajo”, y al mismo tiempo me dan
la vida porque empiezo a tener tiempo para hacer tantas cosas que nunca podía.
Mi plan B fue invertir el dinero de la indemnización en hacer unos bungalows en
un terreno que teníamos en la playa de El Palmar (Vejer de la Frontera) y
alquilarlos. Bueno pues mi plan B ¡¡funciona!! y tengo por delante un verano
lleno de reservas y las labores que hasta ahora eran mi ocio están empezando a
convertirse en mi negocio, un negocio chiquitito, eso sí, pero gratificante.
Hace ya un par de años cuando esta maldita crisis hizo su aparición ya empecé a
hacer algunos chales de hilo, lana, algodón, cinta de seda, daba igual el material
que me trajeran. Bueno los primeros los regalé pero me entusiasmé cuando veía
la aceptación que tenían y si los vendía pues el dinero me venía genial. Este
invierno conocí la existencia de un material nuevo llamado Trapillo que está
hecho de restos de telas de las fábricas de ropa. Me encantó trabajarlo y
aprendí algunas técnicas para hacerlo y comencé a hacer bolsos, cestas, etc… y
además cinturones a juego, decoración de chanclas, y en fin estoy abierta a
cualquier sugerencia que me pidan.
Y en ello estoy, iré
poniendo fotos de los artículos que voy haciendo y se pueden comprar o encargar
otros personalizados. Dispongo de muchos colores para elegir. Y bueno, continúo
con mis chales, tengo pocas fotos de estos pero a ver si estos días aparco un
poco el trapillo y hago algún chal que para el verano son “muy apañaos”.
Bueno, pues iré
comentando las novedades que vaya teniendo.
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